Asegúrate de limpiar las puntas de los lápices de color antes de resaltar sobre los colores más oscuros. Esto evitará que el lápiz de color transfiera el control a otra área.
Ten en mente que podría ser de utilidad volver a las capas de color con un lápiz blender o mezclador, y suavizar los bordes y transiciones. Prueba un lápiz de color blanco si le falta un lápiz blender a tu colección, para lograr un efecto similar. Algunos artistas evitan el lápiz blender y prefieren los solventes que tienen a la mano en casa. Por ejemplo, sumergir un hisopo de algodón en un poco de aceite para bebé puede ayudar a extender el color más fácilmente y producir excelentes resultados.
No olvides utilizar una pieza de papel debajo de la mano con la que coloreas para evitar que el sudor y la grasa manchen el color, o tu mano. Si la mano que colorea descansa directamente en la superficie, esto puede resultar en un difuminado no deseado o en la transferencia de colores que pueden arruinar tu obra. Como siempre, la práctica hace al maestro. Aprende lo que funciona y lo que no. Tu confianza crecerá de manera paralela a tus habilidades de mezcla.
